Es casi marca registrada, los Trolls parecen revelar que su intervención es un éxito político y el uso de la habilidad del comunity manager consiste en volverse un Troll.
Sin embargo, la actividad difundida como trolleo, empieza como un objetivo comercial, y tiene un efecto, negativo, en general, cuando de negocios trata.
|
La definción de Troll, nombre tomado de la famosa Zaga de El señor de los anillos, de Tolkien, en la actualidad, refiere una persona o grupo de personas que se dedican a perseguir a determinados usuarios a través de las redes sociales, su función es mayormente provocar disturbios verbales, molestar, producir y difundir noticias falsas: plantear dudas.
Sin embargo el propósito del Troll, en su origen perseguía otro tipo de atención, mismos métodos, pero otros objetivos.
El truco de “armar” un personaje Troll, en principio consistía, no sólo en molestar, sino en crear una identidad falsa que desviara la atención hay un sitio en particular, o sitios, que debía proveer clics hacia el sitio.
Muchos sabemos que el acceso de visitas a un sitio llama la atención del principal buscador: Google, y desde que el la característica de cantidad de visitas hacia un sitio provee un factor de posicionamiento para el sitio, los ejército de Trolls, gente que recomienda el sitio por distintas razones, o la provocación sobre otros, para provocar el acceso, se volvió una actividad rentable e incontenible.
El posicionamiento web comenzó a ser una opción, más que importante, para justificar la acción Troll.
En cuando Google comenzó a notar esa conducta, produjo inmediatamente una contracción: retirar de su rankling los accesos de las redes sociales, ya que eran una evidente manipulación de las empresas y sus contratados Trolls, pero en el camino, se descubrió la acción actual: desparramar noticias falsas, aunque ya no sirvieran comercialmente, políticamente proveen un instrumento que hasta ahora, se va neutralizando de a poco, pero con un efecto impredecible que se aprovecha en otros aspectos.
El posicionamiento en buscadores es una acción que utiliza la llamada acción Troll, de otra manera, lejos de molestar o insultar, el community manager se vuelve un topo, un espía, un intruso que penetra grupos de convergencia y actúa solapadamente con la misma intención: llevar clic hacia el sitio que le conviene.
La actividad se ha vuelto más o menos económicamente inviable, ya que el propósito de todo negocio es medir y controlar el efecto y nunca dejar que la gestión administrativa de un proceso supere los beneficios, de manera que este tipo de acción se circunscribe a personajes que de todos modos están en las redes y el costo de introducir el mensaje es de muy bajo precio de manera que el gasto administrativo en este tipo de actividad, no es algo en que las empresas incurran, es más bien innecesario.
Por otra parte, los usuarios están muy en control de cuándo son usados paraun fin comercial y por lo general, no son acciones que redunden en beneficio.
Entonces por qué la acción de trolleo continúa y se expande, dejando de lado el obvio propósito político, que no persigue redundancia económica, circunscribiendo a las empresas en el proceso: hay métodos para generar accesos a los sitios muchos más redituables, pero también es más difícil conseguir personal para promover acciones políticamente correctas con verdaderos resultados.
El trolleo se sostiene porque es mucho más fácil encontrar un social media que se dedique a una actividad sencilla, como es hablar del producto y colocar un link, que elaborar una estrategia de verdadera difusión e información que requiere de un profesional, un SEO posicionamiento, mientras que el trolleo es la actividad que los jóvenes realizan por el placer lúdico y les resulta fácil, es un método incontrolable que tanto puede terminar bien, como mal, y resulta a la larga poco beneficio para el inconmensurable crecimiento de negocios que propone la Internet.
En otras palabras: el trolleo puede producir un conato de éxito fugaz, pero a la larga una empresa debe sostenerse sobre pilares más sólidos.
|